Los cloradores de sal tienen como ventaja la facilidad de instalación, sencillez de manejo y ahorro de hasta un 80% en el mantenimiento de la piscina. La electrólisis salina es un sistema de tratamiento y conservación del agua de las piscinas. Las grandes ventajas que comprende la instalación de este sistema en comparación con el cloro tradicional, lo han convertido en la solución ideal para la desinfección del agua de las piscinas públicas y privadas.
¿Cómo funciona la electrólisis salina?
Se diluye una pequeña cantidad de sal (4.5 / 5 gr. /l) dentro del agua de la piscina al instalar el clorador salino. Se hace pasar esta agua, ligeramente salada, por unas láminas de titanio (electrodos) que, previamente, se han intercalado en las tuberías de retorno del sistema de depuración de la piscina. Cuando el agua salada pasa por los electrodos, la sal (cloruro sódico) se convierte en un desinfectante activo, el hipoclorito sódico, que destruye algas, bacterias y hongos. . Este sistema puede aplicarse a cualquier tipo de piscina o spa y también en balnearios, parques acuáticos, lagos o puertos deportivos.
Ventajas y beneficios:
- Para la salud: evita los trastornos oculares y dermatológicos a la par que permite una doble desinfección. El agua salina inhibe la formación de bacterias y algas, actuando sobre la piel del bañista como un suave antiséptico natural. Su baja concentración salina, similar a la del cuerpo humano e inferior a la lágrima del ojo, evita los trastornos oculares y dermatológicos producidos por el sistema tradicional. Por otro lado el sistema de electrólisis salina tiene una acción de desinfección doble ya que genera por un lado hipoclorito sódico en descomposición y además los contaminantes también son eliminados en el electrodo. Para finalizar la electrólisis salina no deteriora el cabello ni sus tintes ni los trajes de baño.
- Es seguro: ya que evita los riesgos de la inadecuada utilización de productos químicos. No requiere productos químicos, salvo en las aguas duras en las que se utiliza minoradores de pH, por lo que no hay riesgo de intoxicación. La única materia prima utilizada es la sal.
- Es económico: los sistemas de electrólisis salina permiten un ahorro del 80% en mantenimiento y un 100% en productos químicos. El consumo eléctrico es el equivalente a una bombilla de bajo consumo y se ha comprobado que el agua de la piscina puede mantenerse siempre, sin necesidad de cambiarla, excepto por las renovaciones habituales de uso, evaporación, etc..